jueves, 22 de mayo de 2008

El crowdsourcing o el comodín del público


El crowdsourcing consiste en solicitar a personas ajenas a la empresa, de forma anónima, voluntaria y espontánea, que lleve a cabo unas funciones o tareas determinadas que, habitualmente son desarrolladas por personal técnico, mandos de la empresa u otro personal de la organización.

El crowdsourcing suele ser efectivo como táctica de comunicación corporativa y de resolución de problemas cuando buscamos un plus de creatividad en situaciones o decisiones nuevas. De la misma forma, el crowdsourcing también nos permite acelerar y abaratar los procesos. Porque este trabajo desarrollado por el público puede retribuirse o no y, en caso de ser remunerado, puede hacerse mediante dinero, regalos, distinciones...

Uno de los espacios más conocidos de crowdsourcing es el portal InnoCentive, en el que se publican los problemas de empresas como la farmacéutica Lilly o Procter & Gamble. Colgate-Palmolive quería traspasar fluoruro a un tubo de pasta dental sin que se disolviera en la atmósfera y una persona lo resolvió. La empresa le pagó 25.000 dólares por la solución, cantidad infinitamente menor a la que hubiera tenido que desembolsar Colgate si hubiera utilizado sus propios recursos técnicos internos.

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