Prison Break, Bones, House, Grey's Anatomy, Desperate Housewives, Brothers and Sisters, Californication… Todas estas series, producto de la cadena norteamericana Fox, intentan alcanzar la máxima audiencia, a través de un excelente guión, una amena realización y unos complejos personajes. Y para conseguirlo, cuentan con un gran aliado, el marketing de guerrilla, que conquista lugares y formatos vedados tradicionalmente para la publicidad, provocando el mismo desconcierto y curiosidad que el final de sus episodios.
“La invasión de los sujetadores” que se ha producido en las calles y metro de Roma y Milán responde a la última campaña de este tipo de marketing que promociona a la serie Californication. Su protagonista, David Duchovny (el popular agente Mulder de Expediente X) interpreta a un escritor que sobrelleva su crisis creativa a través de las drogas y el sexo. De ahí, la aparición de ropa íntima femenina por las calles de las dos ciudades italianas. La campaña proseguirá con una acción exterior en autobuses con claims tan elocuentes como “De X Files a XXX Files”.
Pero antes, otras series ya utilizaron esta técnica. Los mejores ejemplos los llevó a cabo la agencia portuguesa Torke con series como Desperate Housewives, House o Prison Break. Así, pudimos ver ropa tendida por las calles de Lisboa, respondiendo al eslogan de la serie con las mujeres, los porches y las tartas de manzana más perfectas del país (“La ropa sucia se lava en casa”); estatuas con la mascarilla del doctor más irritante al otro lado del Atlántico; y mobiliario urbano sirviendo a Michael Scofield de refugio.
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